Para los amantes de aguas azules y tranquilas y de los paisajes frondosos, no es ningún secreto que Ítaca es un destino turístico único, famoso en todo el mundo. Belleza natural y pueblos pintorescos se combinan creando paisajes idílicos. Ítaca consigue siempre sorprender y encantar al viajero con sus formas únicas.
Ítaca es una isla pequeña y tranquila, a la que se puede acceder fácilmente por las islas vecinas y desde el continente, aunque ofrece algo diferente a cada cual: a los amantes de la naturaleza, a los exploradores, a los interesados en la arqueología y la cultura, o a quienes buscan simplemente un lugar especial para unas vacaciones inolvidables. Ítaca es verdaderamente un destino ideal para todos.
Ubicación geográfica
Después de Paxós, Ítaca es la isla más pequeña del Archipiélago Jónico. Está situada al sur de la isla de Léucade y al nordeste de Cefalonia, de la que la separa el canal que lleva ese mismo nombre. La isla tiene una superficie de 96 km cuadrados y una población de 3.084 habitantes. Junto a otras pequeñas islas forma la provincia de Ítaca, que pertenece a la prefectura de Cefalonia e Ítaca.
La orilla oriental traza una línea muy irregular, con numerosos golfos y arrecifes que se adentran en el mar. Los cabos de Melissa y Agios Andreas representan respectivamente los extremos de la isla al norte y al sur. La longitud de la costa es de 101 km. El monte más alto de la isla es el Nérito, de 806 metros de altitud.
Clima
El clima de la isla es típicamente mediterráneo. Llueve mucho en invierno y los veranos se caracterizan por largos períodos de sequía, con días calurosos y noches frescas. No suele nevar apenas, y cuando lo hace, la nieve se funde rápidamente, con la única excepción de los montes de Anogi.